Había una vez un hombre marino que miraba el cielo y veía especialidades marinas. Veía un delfín que bailaba rap con música pop. Una vez también vio un tiburón que cantaba canciones de los Beatles, y otro día vio un pingüino que cocinaba ratatouille de ratas.
Pero un día vio algo oscuro, maligno, que lo miraba con una mirada muy fija. Era la primera vez, lo miraba a él. Lo que vió era algo muy peludo, y con muchas patas y con seis ojos gigantes, también tenia seis ojos por la mitad. Tenía las orejas en los pies. Cuando vió que la sombra se le acercaba, el hombre marino se desmayó. Pasaron 10 segundos y cuando se despertó prendió la luz y vió que era una simple pulga que le quería dar una banana
Pero un día vio algo oscuro, maligno, que lo miraba con una mirada muy fija. Era la primera vez, lo miraba a él. Lo que vió era algo muy peludo, y con muchas patas y con seis ojos gigantes, también tenia seis ojos por la mitad. Tenía las orejas en los pies. Cuando vió que la sombra se le acercaba, el hombre marino se desmayó. Pasaron 10 segundos y cuando se despertó prendió la luz y vió que era una simple pulga que le quería dar una banana
FIN
3 comentarios:
Adoré ese cuento maravillosooooooooooooo (casi me muero de miedo, pero no, era una pulga cualunque... menos mal)
Visitamos tu blog desde Venezuela y hemos quedado maravillados!!!!.
Aquí a las bananas les llamamos cambures y a las pulgas no las llamamos para nada pues nos pican. Son terroríficas como en tu cuento!!!!.
Nos encantó el cuento. Es divino.
Asique era la famosa pulga bananera eh!
pero mira vos, siempre dando miedo esas pulgas malvadas... Yo conoci una pulga asi una vez, me queria dar bananas aunque yo me resistia. Nos batimos a duelo un dia de lluvia, en una plaza. Con el poncho en una mano y el facon en la otra.
Obviamente termine ganando yo y la hice comer mil bananas, hasta que revento como un sapo (o como una pulga)
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